No fueron pocos los contratiempos que esta pareja pasó hasta la llegada de su gran día, hasta el punto de tener la duda a escasos días de la boda de si podrían casarse con sus anillos o con unas réplicas de papel de aluminio. Afortunadamente podemos celebrar que todo tan sólo le dio un poco más de emoción a un día que resultó perfecto, en la iglesia estaban radiantes, el cura nos dejó hacer nuestro trabajo, y el lugar del convite era elegante a más no poder.
Enhorabuena Maribel y Carlos por una jornada tan maravillosa, por esa sonrisa constante en vuestro rostro y gracias cienes por haber creído en nosotros.
Ah, y espero que no veais esto hasta que volvais de ese peazo viaje de novios, recordad, 0% móvil, 0% internet, 100% vosotros!














os ha kedado estupendo, gracias por demostrar que los fotografos no son algo frio que llega, da al botón y se va xD
ResponderEliminarun abrazo.